domingo, 12 de noviembre de 2017

GRUPO Nº5 - VISITA GUIADA CON STRADA EXPERIENCIAS


VIERNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2017.

VALENCIA LAB Y STRADA EXPERIENCIAS

La semana pasada dedicamos el viernes a adentrarnos más profundamente en conocer cómo se realizaría una visita guiada perfecta.

Empezamos introduciendo la visita con una charla en VALENCIALAB. Una iniciativa de nuestro centro Florida Universitària que actúa como un laboratorio de innovación y emprendimiento en Valencia donde el conocimiento encuentra la oportunidad.

Allí nos esperaba Nuria Blaya Estrada, profesora universitaria de Historia del Arte y Patrimonio Cultural además de ser guía oficial de la Comunidad Valenciana, creadora y dueña de STRADA EXPERIENCIAS, quien nos impartió dicha visita.

Nos estuvo explicando en qué consistía su trabajo, cuáles habían sido sus experiencias tras realizar miles de rutas y qué lugares estaban incluidos en su catálogo. Destacando que estas experiencias se adaptan a cualquier edad y que se realizan detalles relacionados con la gastronomía para adentrar más a los visitantes en la cultura del país que visitan.

Para entender mejor lo que sentía la gente que ha participado en vivir dichas experiencias nos puso un vídeo muy interesante que está colgado en la misma página de STRADA EXPERIENCIAS (https://www.stradaexperiencias.com/).

Hablándonos desde lo personal, Nuria nos aconsejó que para esta profesión necesitamos querer viajar y conocer, mostrar también la cultura como algo accesible, sugerente y compatible con el ocio. Y que tras años diseñando itinerarios culturales y acompañando grupos había podido comprobar que aquello que deja huella en el visitante aparte de lo que escucha, lo que descubre, lo que contempla o lo que aprende es, sobre todo, lo que percibe desde los sentidos y la emoción, lo que le hace conectar con la esencia de cada cultura.

Por último nos estuvo explicando cómo podríamos convertirnos en guías turísticos superando una prueba de idiomas, un examen tipo test y una exposición de un lugar turístico.



Así pues, pasamos a iniciar las dos visitas que teníamos planeadas.

Nuria empezó la visita destacando algo muy importante y útil para las visitas guiadas, la radioguía, ya que es mucho más cómodo utilizar este elemento que hacerlo a voz alzada, pues está más personalizado para los visitantes y además, se escucha la voz del guía en un tono más suave y agradable. Otra ventaja es que se pueden alquilar con facilidad.


PALACIO MARQUÉS DE DOS AGUAS

Se construyó en el siglo XV por la familia Rabassa de Perellós aplicando un estilo gótico y obtuvo una reforma y una redecoración en el siglo XIX donde se halla instalado el espléndido y valioso Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias "González Martí". 

El palacio tiene planta irregular y consta de dos patios y tres torres en tres de sus esquinas. Su alzado se desarrolla en planta baja, planta principal y segundo piso. 

Hablando de la composición de esta magnífica entrada al palacio vemos que hace referencia a los dos ríos más caudalosos de la Comunidad Valenciana, el río Turia y el río Júcar, representados por dos grandes figuras humanas desnudas, teniendo bajo de ellas dos cántaros que derraman el agua en clara alusión al título de los marqueses.


En el dintel de la puerta localizamos el escudo de estos marqueses, el escudo de los Rabassa de Perellós. Donde protegen el escudo las figuras de dos salvajes con mazas. Así entre sus cuarteles podemos encontrar los apellidos Perellós representados por unas peras, los Rabassa, el linaje de los Lanuza, los Rocafull, los Boil, Hijar y Maza de Lizana entre otros. 


Arriba podemos observar la bellísima imagen a tamaño real de la Virgen del Rosario, elegida como especial patrona por la Casa de Dos Aguas rodeada de dos sirenas. Cerca de donde se encuentra la Virgen, vemos representado también un ángel con una trompeta, es "la Fama" trompetera que proclama la grandeza del marquesado de Dos Aguas llevando una corona de laurel.


Así pues, vemos el estilo rococó que representa toda la portada.




Seguidamente pasamos al patio interior del palacio donde se destacó  en la puerta de la entrada dos figuras de diosas del Olimpo, a la izquierda la diosa Demeter-Ceres con alusiva a la abundancia, y a la izquierda la diosa Atenea-Minerva como deidad de la sabiduría.



Arriba continúan las alegorías: las Ciencias y las Letras con representaciones de libros personificados en la diosa Atenea-Minerva
como diosa de la sabiduría, el comercio representado por el dios Mercurio-Hermes, la diosa Artemisa-Diana representando la caza con diversos elementos de caza y con un ciervo, al dios Poseidón-Neptuno con su tridente en representación de los intereses marítimos y, finalmente, al dios de las artes Apolo-Febo con una lira en sus manos.




En un tercer nivel y en la parte más alta de los balcones del segundo piso, seis medallones con bustos de diversos dioses: Apolo, Atenea, Dionisio, Flora, Deméter y Helios.

Todo este programa iconográfico es un reflejo de los gustos, los intereses, los anhelos y la base de la fortuna del marqués.

Nos adentramos al patio de las carrozas, donde observamos diferentes tipos de éstas destacando la berlina de gala de los marqueses de Dos Aguas, situándose en el centro de la sala. Fue diseñada y tallada por Hipólito Rovira y el escultor Ignacio Vergara en 1753. Tiene un programa iconográfico similar al de la portada del Palacio, aludiendo al título del marqués de Dos Aguas.



 








         




Después de esto subimos por las escaleras de mármol decoradas con una alfombra roja que dan paso al primer piso y a la primera habitación, la cual es la sala de los personajes ilustres. Un salón de recibimiento y de paso con medallones en los que se representan los retratos al óleo sobre lienzo de Vicente Tosca, Lluís Vives, Ausiàs March, Juan de Juanes e Ignacio Vergara.


Proseguimos a adentrarnos en la sala de la lumbrera que contiene cuatro alacenas con espejos decorados con rostros de mujeres donde dentro se guardaban diversidad de utensilios domésticos.

La siguiente habitación era el salón chino o salón de té con decoración oriental, algo muy popular en la época, realizado con la intención de que la gente viera que los marqueses estaban modernizados.



Proseguimos con el comedor que tiene ventanas con vistas al jardín posterior. En el techo se representaba la creación del mundo y sus partes por personajes femeninos con animales alusivos: África con un león, América con un papagayo, Europa con un caballo y Asia con un elefante.


También encontramos enjutas con alegorías de las cuatro estaciones del año, alusivas a su destino con escenas y elementos de la gastronomía, la caza, la pesca, la fortuna, etc. Destacamos los relieves de las puertas que muestran frutos y postres centrándonos en el "Arnadí" de origen árabe, el cual está representado con una ninfa que lleva tal postre, realizado con calabaza y almendra. Era muy típico de la época y Nuria nos aconsejó que está muy bien hacer una muestra para que lo disfruten los visitantes, ya que esto gusta mucho y hace que se adentren más en lo que les estás explicando. Aparte, también dijo que si regalamos algo a la gente les dará confianza, mostrando generosidad y haciéndoles pensar que no vas solo a sacar dinero. Al fin y al cabo es una inversión a largo plazo.





Siguiendo la ruta encontramos el oratorio.


Llegamos así a la sala gótica donde contemplamos la colección de Pinazo con varios cuadros que habían en la sala sin darle mucha más importancia. Pues Nuria nos aconsejó que en la primera visita es mejor centrarse en los dioses y los mitos sin incluir el museo de cerámica, ya que es más recomendable visitar dicho museo dos meses después. De esta forma, podemos ofrecer una segunda visita, con la misma gente, creando así también un doble ingreso. Además, no debemos saturar a los visitantes con mucha información ya que debemos procurar realizar la visita de una forma amena e interesante, esto también se consigue aportando datos curiosos que consigan  sacarles una sonrisa a los visitantes.




Por fin llegamos a la antecámara que tiene las estancias privadas de los marqueses como el tocador y el dormitorio.

El dormitorio del marqués tiene una iconografía general que nos habla del sueño, la noche, la muerte y el destino. También podemos encontrar una bañera de mármol.




Proseguimos con la sala de porcelana, mostrándose exactamente tal y como fue creada con hermosas pinturas que concuerdan totalmente para lo que fue concebida la estancia. Cuando los hombres se iban a fumar, las mujeres pasaban el tiempo en esta sala.


El salón rojo es llamado así por su intensa policromía donde se combina el rojo con el verde ácido, lacado en blanco con emblemas marquesales donde observamos en el suelo de mármol las iniciales MD. En el techo se encuentran plasmadas algunas parejas de autores famosos y sus musas como Dante, Petrarca, etc.


En penúltimo lugar llegamos a la sala pompeyana donde vemos en dos grandes lienzos sobre fondo rojo pompeyano a la Ninfa Dafne y a Apolo, y el otro que representa a Narciso y a la Ninfa Eco.

Aquí Nuria nos explicó la historia de Narciso y la Ninfa Eco, la cual era una Ninfa Oréade, es decir, una ninfa de las montañas. La peculiaridad que tenía esta ninfa era que todo aquel que  escuchaba su voz se enamoraba de ella, así que Zeus, para evitar enamorarse, le quita su voz y sólo le permite repetir lo último que escuchaba decir a alguien. De esta forma, si alguien le preguntaba "¿Cuál es tu nombre?" ella sólo podía responder "Nombre". Después de esto, la Ninfa Eco conoce a Narciso, el cual sólo se preocupa de sí mismo y está enamorado de su propio reflejo. La trágica historia reside en que Eco se enamora de Narciso, pero él pasa de ella y la desprecia en repetidas ocasiones. Así pues, tras el sufrimiento continuo, la Ninfa empezó a metamorfosearse tomando la forma de una montaña. Por esto, cuando alguien subía a la montaña y decía algo, se podía escuchar la repetición de lo comentado, dándole nombre a este fenómeno como lo conocemos hoy en día, Eco. Nuria nos aconsejó que de vez en cuando viene muy bien contar algo anecdótico para seguir captando la máxima atención posible de los visitantes.





TECHO DEL SALÓN POMPEYANO

DECORACIÓN SALÓN POMPEYANO

Por último finalizamos esta visita admirando el salón de baile, la habitación más lujosa de todo el palacio decorada en estilo neoimperio. Desde el salón de baile volvimos a encontrarnos con el vestíbulo inicial ya que habíamos dado la vuelta completa al palacio, bajando nuevamente la escalera y volviendo al vestíbulo de la entrada.


PLAZA LOPE DE VEGA

El siglo XV fue la fuerza de la modernidad de la ciudad de Valencia, su siglo de oro, siendo de una base burguesa y es lo que hizo que creciera muy rápidamente, que hicieran muchas inversiones comerciales y todo eso hizo que Valencia se convirtiera en una de las ciudades más importantes del Mediterráneo y, a nivel comercial, de las más pioneras.





Nuria nos dijo que de este detalle se podrían decir muchas más cosas, pero que debíamos resumirlo en esto porque era la base real de la visita. Mostrar a los turistas extranjeros que están en una ciudad que fue muy moderna en fechas muy tempranas, que les gusta saberlo, y a la gente de aquí, todavía les gusta más saber que su Ciudad era una de las ciudades más modernas en el siglo XV. Además, se les va a estar mostrando todo el rato esa modernidad desde el punto de vista civil, comercial y burgués.


Si estuviéramos viendo la catedral estaríamos hablando de cosas religiosas, si estuviéramos visitando el Palau de la Generalitat estaríamos hablando de cosas de poder y de política, y si estuviéramos viendo el Marqués de dos Aguas o bien diríamos cosas de nobleza o bien cosas de dioses. Aquí vamos a ver como es nuestra ciudad civil.


¿Dónde empieza la ruta? Pues tenemos que intentar buscar un sitio en el que podamos reunir a un grupo grande de gente, y en el caso de que no lleven las radioguías, podamos levantar la voz sin molestar a gente cercana. Además debemos conseguir que, de alguna manera, las primeras visiones que contemple la gente sea algo bonito y que tenga que ver con aquello que estemos contando.


Algo muy importante también es que tenga una buena sonoridad el lugar y que, más o menos todos, puedan tener una visión buena del grupo en general.


Empezamos la visita y nos dijo que si el nombre es raro, en este caso, “BOATELLA” es una cosa que inmediatamente llama la atención porque nos suena raro y automáticamente pensamos que de dónde viene. Así pues, explicamos que era un antiguo barrio de la ciudad. El nombre, dicen remotamente los historiadores que se han dedicado más a esto, que es porque había, en época romana, un mercado de ganado, de bueyes. En Roma, en algunos lugares, por la zona donde está la boca de la verdad, también existía un mercado semanal de ganado y se hacía siempre fuera de la muralla porque normalmente era una zona con barro y con pastos.

Estamos entonces en época islámica, en el extramuros, y ese mercado de los bueyes va transformándose primero en árabe, luego  en castellano, valenciano… y termina como BOATELLA, que es el nombre de una de las puertas de la muralla de la ciudad, desarrollándose más desde el punto de vista comercial en época árabe porque el trazado urbano de la Valencia árabe no tenía tantas plazas para hacer reuniones, por lo que los mercados se daban fuera de la muralla, lo que se llaman los arrabales, que eran barrios con carácter más pequeño. Entonces había un arrabal llamado el arrabal de la Boatella, y de ahí proviene el nombre. Se puede contar con más o menos profundidad en función del público que tengamos enfrente.


Tenemos que procurar tener una lista con lo que es imprescindible que la gente sepa y a medida que vayamos contando las cosas ir tachándolas.


Si aparte de contar el nombre metemos además dos o tres cuñas, son menos rollos que tenemos que contar después, y si ya has metido el cuño del mercado semanal, la muralla, el tipo de trazado del urbanismo árabe, etc. son cosas que te vas quitando y permites que luego el resto del contenido sea más ligero.


Ahora ya estamos en la parte de atrás de la fachada de Santa Catalina, entonces aquí ya tenemos 5 o 6 cosas importantes que a la gente le puede interesar saber sin apenas moverse. En principio, vimos que eso era producto de la restauración, a veces, conforme iban avanzando, derruyendo y construyendo, aprovechaban parte de las lubinas que se encontraban en las antiguas restauraciones para cegar algunas capillas. En la de este lugar podríamos destacar la del centro que tiene los restos de un sepulcro de un obispo.


Esta era la zona que podríamos elegir como final de la visita o inicio de la misma. Nuria eligió que fuera el inicio explicándonos que el punto inicial de la visita es como el foco que emite toda la cultura y que los elementos a señalar tienen que salpicar y conformar un guión con un orden lógico. De esta forma, y en nuestro caso, podemos ver todas las calles cercanas importantes, que además nos llevan a ciertos lugares que más tarde mostraremos y explicaremos a los visitantes. Así pues, por un lado teníamos la Lonja, que es el monumento medieval de ese esplendor comercial de Valencia, y por otra parte, el Mercado Central, que es el elemento actual de ese esplendor comercial de la ciudad, entonces tenemos dos elementos aproximados que son el final de la visita y todo lo que vemos o tenemos alrededor está relacionado con el tema principal.


En esta plaza llamada actualmente Lope de Vega era donde se alquilaban los banastos, es decir, los cestos donde se ponían las cosas, las paradas, los toldos y todo eso. La gente ponía el mercado y por la tarde, cuando se desmontaba, venían y lo devolvían aquí todos los días, este era el punto. Esto se situaba en la Valencia de los mercados de las paradas hasta que, a principios del XX, se hace el mercado central.

Remontándonos a la Valencia medieval, fijándonos en la fachada de la iglesia de Santa Catalina observamos dos rosetones góticos y vemos que en el más grande de arriba hay como tres argollas de piedra, pues ahí había una bandera, porque realmente eso era un tribunal civil pese a ser una iglesia, ya que, antiguamente, las parroquias no eran solamente para rezar, eran lugares donde también se hacían cosas vinculadas con la administración. Entonces había un tribunal que Jaime I mantiene, el tribunal del almotacén, que era un funcionario público que se encargaba solamente de vigilar los mercados para que las pesas y las medidas fueran las correctas, y no se le engañara a la gente.

Cuando hablamos de la importancia de la Valencia del siglo XV comercial, que es muy importante que la gente lo sepa, no era solamente por la cantidad de cosas que se importaba, por la cantidad de dinero que se generaba, por la cantidad de exportaciones que se hacían, no, es porque era un lugar donde era reconocido el comercio justo, y entonces cuando la gente comerciaba prefería comerciar con mercaderes valencianos porque estaba muy mirada la honestidad de trato y también la higiene en los productos.

El almotacén y su tribunal estaban aquí e iban vigilando a los funcionarios, cuando había cualquier problema se iba al tribunal y se hacía incluso el “repés”, es decir, se volvía a pesar cuando alguien decía “me ha parecido que me han engañado“. Y una cosa muy curiosa que a la gente le gusta saber, ya que en las ciudades modernas del norte de Italia también pasaba, cuando esa persona se veía que había obrado mal no le hacían ningún tipo de escarnio, ni de cártel, ni de cosas físicas (torturas)... Se les sentaba en una piedra, la piedra del bituperio que se le llama en Italia (porque hay varios sitios de allí que lo hacen), ya que simplemente el hecho de estar expuesto públicamente en tu ciudad y ser reconocido como un mercader falso y estafador era suficiente castigo, además de que la gente ya no te volvía a comprar nada. Eran cosas muy curiosas que ocurrían en el siglo XV porque no eran normales y ocurría allí, en ese tribunal.

La plaza Lope de Vega antiguamente se llamaba la Plaza dels Camps porque estaba muy cerca del matadero, Plaza de les Herbes porque se vendían hierbas y especias, y finalmente, se consiguió que se llamara Lope de Vega porque los valencianos tenían mucha obsesión con ponerle una calle al poeta ya que había estado 3 veces en Valencia. Estuvo cuando el exilio, en la boda del Rey y en la última visita estuvo a punto de morir. Todos querían que muriera en Valencia porque era una cosa que daba prestigio y se hacían hasta misas para que se muriera. Murió más tarde y no aquí, pero se le puso una calle en su nombre igualmente.

Una cosa muy curiosa que se recogía en lo que se llamaba antes “guía de forasters" (unos diarios que hacía la gente conocida del lugar y que se vendían para la gente que venía de fuera, que antiguamente no eran muchos), era el “caldo de malalt “, que era el remedio casero a casi todos los males, constipados, gastroenteritis... y se vendía en la Plaza de les Herbes a todas horas, es decir, en la Plaza Lope de Vega.

Todo esto unido a un recurso, uno de los más turísticos de Valencia, que es “La Estrecha”,  una finca que todo el mundo conoce y que no puede ser más pequeña, se disputa con Ámsterdam el segundo lugar donde dicen que es la más estrecha, como es cuestión de milímetros ellos dicen que es aquella y nosotros que es esta.





Llegamos a la conclusión de que si estamos hablando de A y de repente hay un recurso súper importante que a la gente le llama la atención y que sale en las guías, no debemos saltárnoslo porque no tenga que ver con el guión preestablecido, simplemente se cambia y se vuelve a él otra vez. Nuria nos puso el ejemplo de esta plaza, de cómo en un sitio que no hay nada histórico más que la parte trasera de una finca, se pueden sacar cosas que a lo mejor no son tan relevantes pero mantienen la atención del visitante y reconstruyen desde distintos puntos de vista la importancia de una ciudad moderna, abierta y muy mercantil.


PLAZA REDONDA

Nos situamos ahora en la Plaza Redonda, donde aquí existía un privilegio porque se permitía vender pescado ya que había un puesto de pescadería en época de Jaime I, de hecho, hay una de las calles que conecta con esta plaza que se llama “CARRER DE LA PEIXATERIA”, y a partir de ahí empieza a evolucionar. En el siglo XIX se hace lo que se llama “El Clot” (un agujero) o “Plaza Redonda”, convirtiéndose así en un elemento importantísimo. La gente iba a cambiar cromos, a comprar mascotas… y al final ha ido evolucionando y se han quedado puestos relacionados con el turismo ya que los turistas vienen mucho y se les venden camisetas, recetas de la paella en delantales, imanes... souvenirs en general. Sin embargo, también se han quedado puestecitos donde se rememora la artesanía valenciana, por ejemplo, encontramos puestos donde se venden cosas que no se encuentran en otro lugar porque ya se hacen de manera comercial, de manera industrial, como los encajes para los trajes de valenciana, para los trajes de bautizo de niños cuando nacen, la cerámica, la forja… son elementos  que normalmente ya no son para cosas muy concretas y la gente no los compra, por lo que la industria va decayendo, pero aquí se han conservado estas tiendas más tradicionales.




Antes de la reforma.




Nuria nos destacó que de noche es muy bonito, está abierto y tiene un ambiente muy agradable. Aconsejándonos que viene genial de vez en cuando parar en un sitio bonito, que se pueda oír el sonido del agua, o si hay algún músico y leer un texto corto de algo que hable de estas cosas. Nos puso de ejemplo a Blasco Ibáñez que era además de esta zona. Le habían bautizado en Santos Juanes y recoge sobre todo en “Arroz y tartana” muchas disfunciones de la Boatella, habla de la Plaza Redonda y del Mercado Central, entre otras cosas. Como homenaje a Blasco Ibáñez y a “Arroz y tartana”, si le damos la vuelta a la plaza vemos que hay un texto que recorre toda la fuente y están escritos los distintos nombres que tiene la Plaza Redonda a lo largo de su historia. Y luego, en el texto de Blasco Ibáñez de "Arroz y tartana", se recoge la descripción que él hace de la Plaza Redonda, que si tenemos tiempo podemos leer el texto y dejar también a los visitantes 10-15 minutos para que disfruten de la zona, compren algo y así damos también ligereza a la visita.




Un consejo muy importante que nos dijo Nuria casi al final de la visita fue, que si estamos hablando y vemos que lo que decimos no interesa tenemos que darnos cuenta de que a cada uno no le interesará por sus razones, pero no es porque lo que digamos no tiene interés o porque no lo estemos haciendo bien. Es muy fácil hundirse ya que cuando hablas te retroalimentas de la gente que te escucha, del interés que tienen y de si te siguen. Y en el momento que tú no percibes eso, primero tiendes a pensar que el problema es tuyo, con lo cual, eso te baja la seguridad y el tono, y segundo, es muy desagradable, por lo que te baja todo. Entonces, hay que estar muy arriba para saber que no es tu problema, que es lo que nos puede pasar si tenemos un público cautivo, que es gente que está ahí porque tiene que estar no porque ha elegido estar, y esto pasa mucho. Así que, tenemos que tener en cuenta que podemos tener a gente que ha pagado una visita pero se trae a su pareja que no le importa o a su hijo porque no tenía con quien dejarlo, por lo que tendremos a ciertas personas que van a estar todo el rato poniendo caras de desinterés porque no les interesa lo que decimos.

Al final, si no podemos mirar a nadie, podemos hacer como que miramos y nos fijamos en el pañuelo de alguien y hablar mientras tanto que será mejor que venirnos a bajo. También puede pasar que hayamos tenido un mal día, que estemos siendo un poco pesados contando mil veces lo mismo, pero normalmente, el problema no es del que habla, hay que tenerlo muy en cuenta porque si no perderemos siempre el hilo.
Fuimos a la CALLE DE REPESO donde antiguamente estaba la piedra del repeso, que era circular y grande, donde se pesaban los alimentos para asegurar si estaban estafando o no a la gente. El tribunal se traslada a esta calle en el siglo XVI, que es por lo que se llama “CARRER DELS CANVIS”, y después, en el 15M, se puso muy de moda ya que se interpretó que eran cambios sociales y políticos, pero realmente era por el cambio de moneda, porque en el motacén una de las cosas que se hacía era cambiar la moneda, aparte del tribunal; estaba todo vinculado. Y corresponde al moderno tribunal del almotacén hasta que despareció.



Nos dijo que eligió esa calle porque nos había hablado del tribunal y del repeso, así certificaba que existía y repasaba también lo que había dicho antes para que se queden los conceptos un poco más claros, pero que ese juego lo podíamos hacer de mil maneras según lo que expliquemos.


LA LONJA
La Lonja de la Seda representa el esplendor comercial de Valencia. El nombre de lonja proviene de “logia” una palabra italiana que significa pórtico, ya que bajo los pórticos de iglesias y edificios públicos eran donde se reunían los mercaderes para realizar sus transacciones y es un espacio para el comercio. En cada idioma se aplica esta palabra de una forma diferente lógicamente.

Estos espacios estaban cubiertos y así se permitía en invierno poder refugiarse del frío y en verano del calor. La lonja se refiere al espacio. Antiguamente estaba en la Plaza del Collado y pensaron que para la importancia que tenía el comercio en Valencia era demasiado pequeña, así que construyeron uno de los mejores edificios de la ciudad que, de hecho, es el único que es patrimonio de la humanidad declarado por la UNESCO, no solo por su arquitectura sino también porque es un edifico civil, y porque normalmente, ese tipo de arquitecturas tan grandiosas y de tanta inversión se utilizan para edificios religiosos. Entonces, el hecho de que una ciudad, solo para hacer como un templo de su comercio haga un edificio de estas características, la UNESCO entiende que la Lonja y Valencia son ejemplo del esplendor de una ciudad del siglo XV del Mediterráneo, y eso lo declara patrimonio de la humanidad.














MERCADO CENTRAL

El Mercado Central es otra representación del esplendor comercial de Valencia, un elemento también que no se puede olvidar comentar. Una plaza pública muy importante donde se reúnen las personas y donde se hace lo más importante de la ciudad.

Habían corridas de toros, se hacían entradas reales, justas, y era donde tenían lugar parte de los ajusticiamientos públicos, donde estaban las horcas, en algún caso móviles y en otro caso eran de quita y pon. Porque cuando venía una visita real no era muy apropiado que estuvieran este tipo de cosas aunque también se realizaban visitas reales donde se hacían quemas públicas.




Tanto la Lonja como el Mercado Central, es mejor explicarlos antes de verlos más detalladamente para que luego la gente tranquilamente vea desde fuera la fachada de la lonja, entre en el mercado central a comprar cosas, huela, pasee y disfrute.


CASA DEL VERDUGO

Nos dijo que el tema de las condenas a muerte y los ajusticiamientos públicos eran temas que a la gente le solía interesar bastante, y aquí en Valencia justamente tiene un significado especial porque está muy vinculado con el tema de la cofradía de la Virgen de los Desamparados, que descolgaba los cadáveres de los muertos.

También incitó en que tenemos que depender del tipo de visita y del público para contar esto, ya que si tenemos a niños no podemos empezar a contar todo lo que se hacía con los presos. Les hacían cosas como llevarlos desde las Torres de Serrano, donde se hacía como una especie de desfile de carnaval en la que la gente iba tirándoles de todo, hasta incluso, a veces, llegaban a las horcas medio muertos. También se hacían rituales. La función del verdugo era pasar por la prisión, recoger al preso, le pedía perdón, tomaba la eucaristía con él, le llevaba la mortaja, etc.

Aparecimos así en la calle donde estaba situada la casa del verdugo.

Hablando del siglo XX nos dijo que empezaron ahí a desaparecer los verdugos porque era una profesión en la que cada vez se quería dedicar menos gente, había mucha superstición puesto que eran personas que llevaban el tema de la muerte consigo. En ese momento, se empezaron a ampliar las jurisdicciones.

Por ejemplo, el verdugo de Valencia tenía que ir a ejecutar a Murcia porque allí ya no había verdugo. Y resulta que hubo un caso a principios del siglo pasado que se hizo famosísimo en España, protagonizado por el verdugo que vivía aquí en Valencia, uno de los últimos verdugos de España.

La noticia iba sobre una sentencia equivocada e injusta, en la que una muchacha mató a su marido porque resulta que éste la maltrataba y en defensa propia lo mató. Se demostró que era inocente pero la justicia no quiso echarse para atrás y entonces, finalmente se la condena. España se puso en contra de la sentencia y la defendieron, creando un barullo importante en el país. Llamaron finalmente al verdugo de Valencia y cuando él acudió a conocerla, se enamora de ella. Entonces se tuvo que poner borracho para matarla y aquello fue un desastre muy dramático.

En Santa Catalina cuando los crímenes eran duros, al condenado a muerte le hacían una especie de rondalla con un montón de gente haciéndole cosas como parar en el cementerio donde estaba enterrada la víctima, se sacaba a esta y se le hacía pedirle perdón públicamente y quedarse una estancia con ella. Luego seguían el recorrido y la gente le seguía insultando, lanzándole cosas y llegaban a las horcas a duras penas.

Contar estas cosas que a la gente les suele interesar, nos dijo Nuria, que es una buena forma para hacer que los visitantes no se cansen, intentando poner puntos de atención. Con esto llegamos a la conclusión de que no hace falta estar en un sitio súper importante para poder contar cosas que a la gente les pueda motivar, gustar o llamar la atención cuando está haciendo voluntariamente una visita.




ENTRADA REALIZADA POR: SANDRA CIVERA Y SANDRA TORÁN.

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